La noche es la mitad de la vida, y la mitad mejor. Goethe



lunes, 6 de enero de 2014

OED12 DISPONIBLE


En esta ocasión presentamos un nuevo número de El observador que es muy especial y que esperamos sea recordado durante mucho tiempo. Y no es para menos. Con motivo del 25 aniversario del “Catálogo de Estrellas Dobles Visuales” de José Luis Comellas (Equipo Sirius, 1988) presentamos una nueva versión actualizada y mejorada que esperemos sea tan útil y consultada como aquella primera. Hablar de José Luis Comellas, director honorífico de esta revista, es para muchos de nosotros como hablar de un padre que, paciente y lleno de ilusión, nos ha enseñado a observar a través del telescopio y a disfrutar con todos los objetos que encontrábamos siguiendo cada uno de sus sabios consejos. Evidentemente, uno de esos objetos fueron nuestras queridas estrellas dobles. Las descripciones que nos hacía de ellas eran maravillosas, sus tonalidades cromáticas, todos sus escondidos matices. Él supo transmitirnos ese amor y esa pasión por las estrellas dobles y quizás sea por eso que muchos de nosotros estaremos ya unidos a ellas el resto de nuestras vidas. Por este motivo actualizar su catálogo, el Catálogo de Estrellas Dobles Visuales de Comellas, es algo muy especial y al mismo tiempo emotivo para todos nosotros. Esperemos que en el trabajo realizado hayamos conseguido contagiar un poco de toda esa pasión que él nos transmitió.



El catálogo que presentamos es descargable en formato Excel y para acceder a él hemos diseñado una atractiva página web especial, en la que además, a modo de homenaje, ofrecemos una gran cantidad de notas biográficas e imágenes del profesor Comellas. Sin duda será un emotivo lugar de encuentro, un punto de reunión con el maestro, donde los usuarios podrán dejar incluso sus comentarios personales. Accede a este sitio haciendo clic en el siguiente enlace:

Como de costumbre, OED12 viene cargado de buenos e importantes artículos. En el área de caracterización astrofísica de nuevos pares de movimiento propio común, nuestros habituales Krawczenko y Lasgoity, desde la Argentina, nos ofrecen dos excelentes estudios en la línea de investigación de calidad que nos tienen acostumbrados. Por otro lado, el aspecto puramente observacional está perfectamente defendido por los ya veteranos observadores Ribé, Carro (desde California), Benavides y Granado (nuestra querida y valorada doblista, estrenando nuevo observatorio), quienes presentan precisas listas de medidas por lo general de estrellas dobles abandonadas. Muy destacable, por la innovación en la técnica de observación (lucky imaging + uso de filtro IR) el trabajo de nuestro compañero, coeditor de esta revista, Rafael Benavides. A todas estas observaciones hay que añadir los resultados de la quinta y sexta campañas del Proyecto SEDA-WDS: dobles abandonadas en Ursa Minor, Tucana, Corona Borealis y Volans, gracias a las aportaciones de otros diez observadores.


Nos gustaría hacer referencia al carácter cada vez más internacional de El Observador -hecho que nos llena de satisfacción-, en el sentido de poder publicar trabajos de numerosos autores cuyas lenguas maternas no son el castellano. En este número, son ejemplos representativos las aportaciones de  Gianluca Sordiglioni (Italia), Gianni Galli (Italia), Joerg S. Schlimmer (Alemania), Joseph M. Carro (Estados Unidos) y del astrofísico, experto en cuerpos menores, Mark Kidger (Inglaterra).

Incluimos en OED12 una nueva sección, como anexo a la sección Actualidad, destinada a difundir todas aquellas noticias relevantes concernientes a la Comisión 26 (estrellas dobles y múltiples) de la Unión Astronómica Internacional.

Para finalizar, nos gustaría comentar lo que sin duda será un hito dentro de la astronomía en un futuro cercano. Nos referimos a la labor que el telescopio espacial Gaia (lanzado el pasado 19 de diciembre) desarrollará durante los próximos cinco años. Los precisos resultados científicos de esta misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) revolucionarán todas las especialidades astronómicas, entre ellas la nuestra, las estrellas dobles. Puede que aún no alcancemos a vislumbrar la verdadera dimensión de la revolución que se avecina; puede que no seamos capaces de asimilar que se ha dado el primer paso hacia una nueva astronomía; pero no habrá que esperar mucho para comprobarlo. Que quede constancia aquí de este vaticinio. Ad Astra.


Los editores

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