Tras más de dos meses sin alimentar este espacio, creo que
va siendo hora de dar cuenta de mis actividades astronómicas estivales. Tengo
ya una especie de imperiosa necesidad de escribir tras un parón tan prolongado.
Al igual que el cronista empedernido, lo haré diferenciando las temáticas para
favorecer el orden cronológico de las vivencias que intentaré transmitir. Aviso:
será una entrada larga...Vamos a ello.
Instrumentación.
Quizá el principal objetivo para estos meses era probar la
montura LXD75 que instalé en primavera. La configuración óptica que utilizo en
el OACP para las estrellas dobles me proporciona una campo de visión muy
pequeño (3,6' x 4,8'), por lo tanto, la precisión en los GOTOs estará
claramente supeditada a conseguir una escrupulosa puesta en estación. Por ello,
dediqué varias sesiones a la alineación Polar y, aunque aún observo cierta
deriva, la montura me clava las dobles sin problemas dentro de los límites de
la imagen y gran parte de las veces justo en el centro. Para minimizar los
efectos del error de estación, lo que hago es sincronizar el telescopio con el
ordenador entre doble y doble. Tras darle vueltas al tema, el programa
planetario elegido para gobernar la montura durante las búsquedas ha sido Cartes du Ciel v.3.3 beta, que utilizando el plugin para el Autostar de MEADE,
funciona a la perfección y no me ha dado ningún problema. El hecho de hacer
clic sobre una estrella de la pantalla y que el telescopio vaya en su busca era
un sueño para mí hasta hace bien poco. El ahorro de tiempo es enorme y puedo
aprovechar al máximo las horas dedicadas a la observación. Además, sigo
utilizando mi inseparable (e imprescindible) Guide 8.0 para identificar el
campo estelar buscado. En fin, una maravilla. Qué os voy a contar que no
sepáis.
Afinando la puesta en estación.
Aprovecho para comentar un bug en el comportamiento de la
montura que se viene produciendo desde el principio, aun a pesar de haber
actualizado el firmware del Autostar a la versión más moderna disponible en la
página de MEADE. Se trata de que, tras aparcar el telescopio al final de una
sesión, el Autostar no conserva la alineación de la montura en la siguiente
inicialización del sistema y me veo obligado a realizar cada noche el protocolo
de alineación. Aunque esta tarea no me lleva más de cinco o seis minutos me
gustaría saber la causa de este efecto y solucionarlo si es posible. Más que
nada por aprovechar las comodidades inherentes a un observatorio fijo. Si
alguno de los que me leéis utilizáis Autostar y conocéis la solución, por favor,
¡no dudéis en comunicármelo!
Un encuentro entrañable.
A últimos del mes de julio, el día 23, disfruté de un
encuentro emotivo con un amigo al que por fin pude poner cara. Se trata del
doblista argentino Carlos Lasgoity, que se encontraba de viaje por España junto
a su esposa. Mi amigo contactó conmigo desde Argentina antes de iniciar el
viaje, indicándome su intención de pasar por Valladolid a su regreso de Burgos,
y que sería una magnífica ocasión para conocernos. Ya en España, hablamos por
teléfono para organizar el encuentro. A las cinco de la tarde nos dimos un
fuerte abrazo ante la catedral de Valladolid. Paseando, nos dirigimos hasta la
Plaza Mayor y, en una de sus terrazas, departimos largo y tendido por espacio
de tres horas.
Carlos Lasgoity y un servidor.
Pose ante el Ayuntamiento de Valladolid.
Carlos es un hombre jovial y cercano y una clara conexión se
estableció enseguida. Hablamos mucho y de todo: de nuestras vidas, de inquietudes
y proyectos, de vivencias, del costumbrismo español y argentino, de Astronomía
y, por supuesto, de estrellas dobles. Carlos me mostró en su portátil varios
pares de movimiento propio común encontrados por él en el transcurso de sus
estudios (con muy buena pinta, por cierto) y le animé a que redactara un
artículo con todo el material para publicarlo en OED. En fin, el tiempo pasó
volando y mi impresión del encuentro viene a corroborar de nuevo las palabras
de Comellas: la Astronomía hace buena gente. Me hubiera gustado mostrar a
Carlos y a su esposa mi observatorio y obsequiarles con una buena comilona a
base del exquisito lechazo asado castellano, pero debían seguir viaje hasta
Madrid y no pudo ser. Será para la próxima, prometido. En cualquier caso, me
quedo con el recuerdo de una muy grata velada: sos un gran tipo, Carlos. Fue un
placer.
Divulgación (y otros lares lúdico-festivos).
El día 4 de agosto impartí una conferencia en Cazurra, un
pequeño pueblecito cercano a Zamora capital. La conferencia, programada desde hacía
un año, se enmarcó dentro de la XXI Semana Cultural de Cazurra, y con el título
de "Astronomía, el alma de la noche", hice un repaso por todos los
objetos astronómicos visibles con un telescopio de aficionado, explicando de
manera sencilla qué son cada uno de ellos. Fue una presentación eminentemente
visual con una gran carga multimedia, pues era consciente de que para la
mayoría de los asistentes este era su primer acercamiento a la Astronomía.
Iglesia parroquial de San Martín de Tours, de los siglos XVII y XVIII.
Portada del tríptico de las fiestas.
El trato fue
inmejorable y la asistencia de público al Salón Municipal para oír la charla
fue bastante notable.
Momentos antes de comenzar.
Explicando la variación de la inclinación de los anillos de Saturno.
Tras mi intervención,
los organizadores ofrecieron su tradicional parrillada frente al Ayuntamiento,
banquete abierto a todos los presentes sin excepción y, además, espléndidamente
regado, todo hay que decirlo, con vino del lugar; no en vano la localidad
pertenece a la comarca de la Tierra del Vino.
A dos carrillos.
Pero resulta que la fiesta acababa de empezar: a las doce de
la noche, de nuevo en el Salón, ya desprovisto de butacas y enseres, se había
programado la actuación del grupo Pop-Rock "La firma en blanco". Por
esas casualidades que ofrece la vida, los tres jóvenes componentes de la banda
en cuestión no son otros que mis sobrinos Álvaro (guitarra) y Roberto (bajo) y
mi propio hijo pequeño Adrián (batería). El concierto estuvo muy animado y los
cazurreños disfrutaron de la música fresca de los chavales, que gustaron y
mucho.
La Firma en Blanco en plena efervescencia.
Mi hijo Adrián a los palillos.
Tras el último tema (de los bises), La firma en blanco,
inesperadamente, me invitó a subir al escenario. Que ¿para qué? Pues, ¡para
cantar, claro! Sí, he dicho para cantar. Bien, es ahora el momento de contar
(algunos ya lo sabéis) que durante años, antes de dedicarme a la Astronomía,
estuve pateando escenarios con mi guitarra a cuestas interpretando mis propias
canciones. Una época de mi vida aquella que me proporcionó grandes satisfacciones
y vivencias. Y así, como que no quiere la cosa, evoqué los viejos tiempos y
volví a sentir la dulce adicción de los aplausos en una improvisada actuación
de unos cuarenta minutos. Incluso, estrené una canción con bastantes notas
autobiográficas titulada, cómo no, "El tipo que se bebía las
estrellas". No dejó de ser curiosa la reacción del público al darse cuenta
de que el conferenciante de Astronomía estaba dando un recital en toda regla.
El que suscribe recordando viejos tiempos.
Un instante de éxtasis personal.
En fin, la comisión organizadora quedó
encantada y hay visos de que el año próximo repitamos. En lo que a mí respecta,
"oficialmente", organizando una observación pública. Mi agradecimiento a Ana Duarte y a Alicia Hernández por hacerme partícipe de un día mágico y por su buen hacer en la organización y coordinación de los festejos.
Observaciones.
Ha sido éste un verano raro. El mes de julio, inusualmente
frío, y agosto ha dado la talla tan solo unos pocos días. El porcentaje de
noches turbulentas ha sido muy elevado, sobre todo en las primeras horas. Son
las típicas noches que yo llamo "noches de estrellas gordas", donde el
seeing hincha acusadamente el tamaño de las estrellas y el software de mi
cámara se muestra perezoso a la hora de integrar: hay más imágenes malas que
buenas. Se me acaba de ocurrir un juego de palabras al respecto: "noches
de estío, noches de hastío". Aún así, he observado prácticamente todas la
noches, de hecho, hasta con nubes y viento fuerte. Tanto es así que una de las
noches muy nubladas, el telescopio listo y la cúpula abierta, me entretuve en
casa con una película a la espera de que despejara o al menos se abrieran
claros en la zona a observar. Un buen rato después me pareció ver un resplandor
a través de las ventanas y un escalofrío me recorrió la columna vertebral:
¡tormenta! Ya era tarde. El telescopio y toda la instrumentación estaban
empapados; llovía a mares. Evidentemente, esa noche no observé, pero me acosté muy
pero que muy tarde para poder secar a conciencia todos los enseres. ¡Lástima de
sensor de lluvia! Al margen de esta anécdota, incluso en las noches pésimas
pueden conseguirse resultados, eso sí, tomando una píldora de paciencia antes
de comenzar. El balance final demuestra mis palabras: continuando con la
revisión del catálogo de Stein he registrado hasta el momento 323 pares STI,
localizados en Casiopea, Cefeo, Lacerta y Perseo. Estas débiles dobles siguen
dándome sorpresas y, aparte de la confirmación de unas cuantas de ellas, he
hallado, como en campañas anteriores, un buen paquete de nuevas componentes
internas y débiles de las que ya daré cuenta. También, como es habitual en
pares poco observados, se detectan con frecuencia errores de posición y dobles
duplicadas con dos identificadores diferentes. El trabajo que ahora acumulo es
enorme, pues aparte de las de este año, aún tengo que reducir las observaciones
de 2010.
Una de las sesiones de observación.
Integración de STI1523.
Hubiera querido registrar alguna de las supernovas
brillantes que nos han visitado estas últimas semanas, o el cometa C/2009 P1
Garradd que ha estado muy vistoso, pero mi adicción por la dobles ha podido
más: cada noche me repetía "mañana sin falta lo haré".
Dos o tres noches he montado el newton 150 en el exterior
para, entre doble y doble, quitarme el gusanillo de la observación visual. Una
de las veces improvisamos un "campamento de estrellas" con tienda de
campaña incluida, y preparé una observación para varios amigos de mi hijo
Adrián que pasaron unos días en casa. Creo que para los chavales fue algo especial
con el incentivo añadido de dormir después bajo la lona, aunque fuera en el
jardín.
El futuro campamento de estrellas.
La observación de los chavales. Disfruté mucho con ellos.
Curso de Estrellas Dobles LIADA.
Paralelamente, entre col y col, con un poco de retraso, he
terminado de evaluar el primer trabajo práctico de los alumnos de Curso de
Estrellas Dobles de la LIADA. La verdad es que el nivel ha sido alto y los que
estamos implicados hemos quedado muy satisfechos. Por cierto, hace poco hemos
estrenado una página web específica para el curso. La tenéis aquí.
Ahora, ya de vuelta a la rutina laboral (y que no falte), me
queda ponerme al día con un montón de correos sin contestar.
Hemos llegado al final. Hasta aquí mi historia veraniega. Ad
Astra.
Excelente crónica de vacaciones!
ResponderEliminarLa cosa ha sido variada, y he visto con sorpresa y alegría que te reuniste con nuestro Carlos Lasgoity. Qué fantástico!
Já, además de brillante doblista, brillante showman! Conferencias y presentación musical, todo junto, qué espectáculo!.
Un fuerte abrazo querido Edgar.
Roberto.
¡Ostras, Edgar! Menudo verano más aprovechado. ¡Genial! Fantástico el encuentro con Carlos y una pasada las fiestas de Cazurra.
ResponderEliminar¿la pasó algo al telescopio o la montura con la tormenta? ¡Menudo susto! Me alegro mucho que la montura vaya tan bien a pesar de ese pequeño problemilla. Ya me darás unas clases a mí, je je.
El seeing este verano fatal, aunque me alegro de toda esa cosecha de dobles. ¡323 sistemas! Trabajo para todo el año.
Por cierto, ¿para cuando un mp3 de "El tipo que se bebía las estrellas"? ;-)
Un abrazo
Querido Edgar.
ResponderEliminarYa sabia yo que tu silencio no podia deberse mas que a una intensa actividad astronomico-ludico-socio-cultural...
Por lo que cuentas un verano increible. Como tiene que ser, si señor.
Lo que es la vid. ¿Sabes que mi hija es la "jefa" de un conjunto musical de chicas?Tambien le da a la batería desde hace años...y la verdad es que no le da mal del todo, no señor.
Bueno compañero. Darte la bienvenida por tu exitoso retorno a los escenarios y por supuesto a ete blog.
Seguimos hablando.
Por cierto, a final de mes voy a CosmoMadrid ¿Te acercaras?
Un abrazo.
Nacho.
Vaya, vaya, sí que te cunde el verano, macho. Genial todo y la crónica, perfecta, como siempre. Me alegro de que hayas conocido a nuestro colega argentino y esos conciertos...
ResponderEliminarTienes trabajo para no aburrirte con todos esos sistemas, macho.
Bienvenido a la civilización ;-)
Saludos.
Es un placer recordar todos esos momentos que hace años vivimos nosotros, sin apenas tener constancia de ellos.
ResponderEliminarTambién es un placer visitar al fin tu blog, que ya era hora...
Sin más un saludo de un ex-alumno y amigo.
Héctor Román!
Buenas tardes mi nombre es José Agudelo me gusta mucho la astronomía quiero saber si me puedes hacer el favor de responder una pregunta como sincronizar el movimiento del telescopio meade etx 70 con la cúpula gracias
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