La Agrupación Astronómica Palentina (AAP), está celebrando
durante este 2011 su XXV aniversario. Desde aquí, mi enhorabuena a todos los
compañeros por su dedicación y entusiasmo durante este cuarto de siglo, en el
que la divulgación de la Astronomía ha sido su meta principal. ¡A por otros 25,
amigos!
Bien, pues la semana pasada, en concreto el viernes, y en el
marco de Semana de la Ciencia 2011, los palentinos ofrecieron una conferencia en
las instalaciones del Aula de Medio Ambiente de Caja Burgos. Y no, no era ésta
una conferencia cualquiera. El invitado no era otro que mi amigo, el emeritense
Francisco Rica, especialista en estrellas binarias -un verdadero todoterreno en
todos los ámbitos de esta disciplina- y sobre todo una excelente persona a la
que me une una profunda amistad desde hace años. Paco está saboreando en estos
días las mieles del éxito. Bueno, mejor dicho, son los laureles de un nuevo
éxito, porque es de esas personas que consigue llegar a la cima cada vez que se
propone un nuevo reto. Eso sí, todo ello de la mano de trabajo, tesón y estudio
continuados. Y me refiero a que la semana pasada publicó -otra vez- un trabajo
en una revista profesional. En esta ocasión en la prestigiosa revista británica MNRAS (Monthly Notices of the Royal Astronomical Society), veterana publicación
que, desde 1827, se ha consolidado como una de las más importantes revistas
científicas del mundo en astronomía y astrofísica. En el artículo que menciono,
Rica y otros cuatro co-autores,
presentan los resultados de sus observaciones lucky imaging de estrellas
binarias cerradas realizadas con el telescopio infrarrojo de 1,5 metros del
Observatorio del Teide: el Carlos Sánchez. Además de precisas medidas para 157
binarias (rango de separaciones entre !!0,14¡¡ y 15,40 segundos de arco), se
han confirmado 18 binarias de Hipparcos, se han descubierto dos nuevas
componentes cerradas (para BVD 36 A y J 621 B) y se han recalculado nuevas
órbitas para otras cuatro binarias. Porque esa es otra: mi amigo Paco es
también calculista de órbitas, algo para lo que muy pocos amateurs están
preparados. De hecho, él es uno de los
no más de tres astrónomos no
profesionales que son capaces de hacerlo en todo el mundo. Sin duda,
habría que revisar aquí el significado del concepto de astrónomo amateur. Podéis ver aquí el prepint de este trabajo
titulado Orbit Determination of Close Binary Systems using Lucky Imaging. Y es
que Rica, no para. Son varios los frentes en los que ahora está embarcado,
todos ellos de una gran importancia astrofísica, aunque no daré más detalles...
Volviendo al principio, el viernes por la tarde me desplacé
a Palencia para encontrarme con Rica en el hotel donde había reservado
habitación. Aunque hablamos muy a menudo, no nos veíamos desde el año pasado
cuando coincidimos en el Congreso Estatal de Astronomía que se celebró en Madrid.
Era algo imperdible y me hacía mucha ilusión el reencuentro. Cuando llegué,
Rica y Alberto Illera (secretario de la AAP) ya me esperaban y paseando por las
calles palentinas con una excelente temperatura para los tiempos en los que
estamos, acabamos en una céntrica cafetería para charlar un rato y hacer tiempo
hasta la hora de la conferencia. La
conversación estuvo muy animada y Alberto, resultó ser un magnífico anfitrión,
tremendamente accesible y afable. Aquí os dejo un momento de la reunión.
De izquierda a derecha: Alberto Illera, Francisco Rica y
Edgar Masa.
La conferencia estaba programada para las 20:15 y dio
comienzo tras los cinco minutos de cortesía habituales, previa presentación
del conferenciante por Alberto Illera. El título: Descubriendo 141 nuevas
binarias visuales. Por cierto, mi cámara nos dijo adiós, creo que para siempre,
así que todas las imágenes que mostraré son cortesía de Paco Rica: secuestré
sin piedad su cámara.
Rica comprueba que todo está en orden y funcionando. Faltan
cinco minutos para el comienzo.
Alberto Illera presentando al conferenciante.
Portada de la presentación.
En su charla, el conferenciante nos narró la historia de un
trabajo de investigación publicado hace un par de años en JDSO (New Wide Common Proper Motion Binaries) y que dio lugar al descubrimiento y catalogación de 141
nuevas binarias visuales cosecha de nuestro colega Rafael Benavides (eres
grande Rafa). Como es habitual en los trabajos de Rica, además de las
mediciones de todos los sistemas descubiertos, se realizó un completo estudio
astrofísico y se estudió la naturaleza para determinar las probabilidades de
binariedad de cada uno de los pares. El tema en sí era un tanto especializado y
técnico, pero el buen hacer de Paco Rica permitió que los numerosos asistentes
no tuvieran esa sensación: llevó su disertación de tal manera que hizo
asequible para todos los conceptos más espinosos. En definitiva, Rica hizo gala
de un lenguaje pausado, seguro y articulado de una manera muy didáctica y
accesible. A mi entender, una delicia y vuelvo a felicitar aquí a mi colega por
lo bien que nos lo pasamos todos.
Rica en Plena faena.
Aquí os dejo algunas diapositivas de la charla, todas ellas
cortesía del autor de la misma.
Atendiendo la rueda de preguntas final.
La jornada no terminó aquí. Los socios de la AAP tenían
preparada una cena de hermandad después de la conferencia. Durante el trasiego
de viandas hablamos largo y tendido sobre temas astronómicos, sobre proyectos y
planes de futuro. Aproveché para conversar con algunos compañeros a los cuales
ya conocía de algún encuentro en Valladolid. Varios hablaron de su interés por
las estrellas dobles en el marco de su asociación y quizá hayan surgido el
viernes vínculos de colaboración: ante ello, dado que soy un hombre fácil, me
ofrecí a tenderles una mano cuando lo
deseen. Aquí estoy para lo que necesitéis, amigos.
Preparados para la ingesta.
Recuerdo que no tomé postre, pero a la postre -valga la
redundancia- no me quedé sin él. Aún faltaba la gran sorpresa de la noche: una
visita al ¡Observatorio Astronómico de Cantabria! sería el punto y seguido de
las actividades organizadas. Cerca de las doce de la noche, Alberto Illera, Óscar
Díez (astrónomo y montañero de los serios), Leo Royuela (una de las socias más veteranas y
más encantadoras), Paco Rica y yo, emprendimos camino hacia Cantabria en un
viaje de alrededor de hora y media. Aunque estaba nublado y al poco de meternos
en carretera incluso se puso a llover, yo estaba eufórico e ilusionado: no me
importaba que no hubiera observación, me conformaba con visitar las
instalaciones. Llegamos sin contratiempos y aunque no llovía ya, en el alto
donde se ubica el observatorio soplaba un viento endemoniado: los gigantes (como
a don Quijote, tal me parecían en vez de generadores eólicos) que rodean el
enclave giraban a una marcha colérica. La silueta del edificio se recortaba
altiva y tentadora, y en lo más alto, la cúpula metálica emitía reflejos
intermitentes a medida que la luz de la Luna pasaba temerosa entre las bandas
de nubes. En la puerta nos esperaba Javier Ruíz, el astrónomo encargado del
observatorio junto al guarda de seguridad. Javier nos mostró las diferentes
estancias del complejo, un lugar moderno y dotado de todo lo necesario para
cumplir la doble función para la que fue concebido: la didáctica y divulgativa
y la de ser un centro de investigación astronómica.
Lo mejor fue acceder finalmente a la segunda planta: la sala
de control y la cúpula. Se me pusieron los ojos como platos, había que
disfrutar el momento y saborearlo. Enseguida me imaginé observando allí
estrellas dobles hasta el amanecer.
Javier Ruiz y Paco Rica.
En la cúpula: Óscar Díez, Leo Royuela, yo, Javier Ruiz y Paco Rica. Puede apreciarse mi cara de felicidad.
El telescopio principal: un MEADE 16" f/10 LX200R.
Estableciendo contacto.
Cuando
parecía que la visita iba a darse por terminada ocurrió el milagro: se habían
abierto varios claros y quizá aún era posible observar la Luna antes de partir.
El momento en que Javier tomó el mando a distancia y abrió la cúpula fue para
mí emocionante: en la oscuridad, mirando hacia arriba, se nos mostró una diana de
colores magnífica rodeando la Luna. Un instante mágico sin duda. Mirad.
Todos, pasamos por el telescopio en visual. El paseo lunar
que me di usando el joystick fue una delicia, era como sobrevolar a bordo de
una nave. Hubo ocasión entre nube y nube de observar también Júpiter y debo
decir que jamás había apreciado antes tantos detalles en las nubes jovianas
observando visualmente; una imagen inolvidable. Para terminar, y con Orión a
tiro, nos deleitamos con la Gran Nebulosa. El Trapecio, hasta deslumbraba y aún
a pesar de lo fuerte que soplaba el viento y que la noche no era muy propicia,
los detalles y las estructuras de la nebulosa eran muy conspicuos. Por cierto,
me pareció que el conjunto era de color verdoso, nunca me había parecido así.
Javier me corroboró que el también tiene esa sensación.
Despedidas en el observatorio y vuelta a Palencia,
digiriendo al calorcillo de la calefacción la vivencia en grata compañía. Como
anécdota, la Guardia Civil nos paró a la entrada de Palencia en un control rutinario
de alcoholemia. Ninguno habíamos bebido, por supuesto, pero todos estábamos
ebrios de buenas sensaciones. Aún me quedaba otra media hora de viaje hasta
Valladolid y eran las seis de la mañana cuando aterricé en la cama cansado pero
feliz.
Antes de concluir, quisiera agradecer a mis colegas de la
AAP su trato amable y su hospitalidad, en nombre de Francisco Rica y en el mío.
Sois grandes, compañeros. Y cómo no, a Javier Ruíz, reconocerle con gratitud su
dedicación para que nos sintiéramos como en casa durante la visita. Ad Astra.
No me extraña que te acostaras feliz... vaya jornada inolvidable la que vivisteis en Palencia. Y la visita al O.A.C. ... ¡¡tremendo!!
ResponderEliminarGracias por esa reseña, efectivamente Paco es un figura donde los haya, aunque no será lo mismo que haber estado allí, el 16 de diciembre nos da una charla en Badajoz y no me la pierdo.
Saludos.
Sí, Juan Luis un día redondo. Ya, ya sé que os dará una conferencia en el Ateneo, de la que seguro que das cuenta en La Décima esfera, :)
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Edgar.
Muchas gracias por la crónica, Edgar. Impresionante. Joder, menuda pasada. Tanto por la conferencia en Palencia como por la espectacular visita al Observatorio de Cantabria en tan grata compañía. ¡Cómo hubiésemos disfrutado todos de haber estado allí!
ResponderEliminarY por supuesto, Paco es grande, lo que hace es totalmente profesional. A un nivel impensable para los demás aficionados.
Un abrazo
¡Qué estupenda crónica!, Edgar. Y que bien lo debisteis de pasar: conferencia, cena y visita al observatorio. Como se suele decir el paquete completo.
ResponderEliminarYo tampoco me perderé la charla del 16 de diciembre. Podré conocer a Paco y coincidir con Juan Luis de nuevo. Estoy deseando que llegue ese día.
Saludos.
HOla chavalín!!! Qué bien manejas las palabras!! Es una gozaba leer estas crónicas tuyas!! Realmente fue un buen fin de semana, en compañía de buena gente, compartiendo mi pasión por las binarias y visitando el magnífico observatorio. Guardo una instantánea de nuestro encuentro en Palencia dentro de mi mente. Un abrazo Edgar.
ResponderEliminarQue suerte poder tener a Francisco Rica por allí, y poder estar en el Observatorio de Cantabria con Javier Ruiz. Ya voy teniendo ganas de algún encuentro astronómico.
ResponderEliminarRafa, Paco, Antonio, Miguel muchas gracias por vuestros comentarios. Es muy grato ver que lo que uno cuenta pueda llegar a ser interesante. La verdad es que es un placer reencontrarse con los colegas de cuando en cuando.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Edgar.
¡¡Asi me gusta!!
ResponderEliminarQue mis amigos se lo pasen asi de bien, me llena de alegria...Vaya una tarde-noche mas completita que pasasteis.
El lugar, la compañia, el coferenciante, la conferencia, la cena, el viaje, el Observatorio, ese LX200 impresionante, la vuelta a casa, el control de alcoholemia..."Che, Che, Documentasión"...jajajaja
En fin, que vaya envidiaaaaaaa. Pero de la buena...A ver cuando os prodigais por tierras catalanas para que los de aqui se enteren de la calidad que teneis como astronomos y lo mejor de todo, como amigos.
Un abrazo amigos
Nachete!! Sí, ya ves, hubo de tdo como en botica, y todo bueno. Pues tienes razón, Nacho, tengo una espina clavada porque no pude asistir a la convención internacional del año pasado de observadores de dobles. Y la verdad, me apetece mucho visitar aquellas tierras que, además, aún no conozco. Ya vendrá alguna nueva oportunidad, al tiempo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Edgar.