El martes 24 por la tarde tuve el placer de desplazarme a
Madrid, invitado por la Agrupación Astronómica de Madrid (AAM), para impartir
una de sus tradicionales charlas de los martes. Al fin puede conocer su
flamante nueva sede, estrenada recientemente, situada en la calle Albendiego
22, muy cerquita de la Plaza de Castilla. Desde aquí, mis felicitaciones a la Directiva
y a todo el grueso de socios por los locales tan excelentemente acondicionados.
Una vez más se demuestra que el esfuerzo conjunto tiene sus recompensas. Que
disfrutéis durante muchos años del nuevo punto de reunión y encuentro.
Acudí a la Capital acompañado por mi hijo Adrián (mi
reportero gráfico oficial) y desde la estación de AVE, en Chamartín, fuimos
dando un paseo hasta la sede de la agrupación, sin duda animados por la suave
temperatura madrileña.
Ya en nuestro destino y mientras preparaba la parafernalia
para la charla, recibí una llamada telefónica de mi colega Francisco Rica: qué
gusto da ver que los amigos se interesan por las actividades de uno: gracias
por el detalle, Paco, estas cosas siempre estimulan positivamente.
Quedé gratamente sorprendido por la inmejorable asistencia
de público, que llenó prácticamente el local. Entre los asistentes puede
saludar a dos colegas del GED, el Grupo de Estrellas Dobles de la AAM: Ángel
Manuel López y Fran Caleya. También me reencontré con varios miembros de la
Junta Directiva, a quienes conocí durante la pasada edición del Congreso
Estatal de Astronomía y con el entrañable Ángel Gómez Roldán, director de la
revista AstronomíA. Puede decirse que estuve arropado desde fuera y desde
dentro, y por tanto me sentí muy a gusto y relajado.
El tema que preparé para la charla versó sobre la técnica de
la interferometría speckle aplicada a la medición de estrellas dobles cerradas,
desde la perspectiva no profesional. Es bien sabido que este procedimiento de
reducción ha sido parcela exclusiva de los profesionales hasta hace bien poco.
Sin duda, el punto de inflexión a este respecto viene de la mano, por un lado,
del avance tecnológico de nuestros días, vehículo eficaz que ha popularizado y
abaratado ordenadores potentes, telescopios de diámetros grandes y cámaras CCD
cada vez más rápidas y sensibles; y por otro, el disponer desde hace un par de
años de un software especializado que haga el procesamiento de nuestras
imágenes mediante interferometría speckle: me refiero a Reduc v4.6 creado por
mi colega francés Florent Losse. Para no extenderme demasiado os remito a la
web del autor, donde encontraréis un excelente artículo sobre este tema y
además recientemente traducido al castellano por Nacho Novalbos.
Mostrando el número 63 de la entrañable Tribuna de Astronomía (febrero de 1991), curiosamente el primer ejemplar que compré. La razón de este inciso durante la exposición es un artículo contenido en sus páginas y que me impactó hace ya 21 años: Cámaras CCD, la revolución llega a la astronomía amateur, firmado por Arturo Ramírez-Montesinos. Fue la presentación oficial en España de unos nuevos chips digitalizadores que acoplados a un telescopio permitían registrar imágenes digitales con la asistencia de microordenadores. Aquello me pareció el futuro de la observación astronómica y efectivamente las palabras visionarias del autor del trabajo en cuestión se han cumplido con creces. Esta mirada retrospectiva me sirvió para poner en su sitio la tremenda importancia de las cámaras CCD en la astronomía, pues su explotación ha permitido que los amateurs hayamos escalado peldaños observacionales impensables, como digo, tan solo hace un par de décadas.
En la actualidad son pocos los amateurs que trabajan con la
técnica speckle, pero estoy convencido de que el número de adeptos crecerá
geométricamente en poco tiempo. Telescopios a partir de 300 mm de abertura,
cualquier CCD moderna comercial no excesivamente sofisticada, Reduc: tenemos la
receta y los ingredientes de buena calidad; hagamos un plato exquisito, valga
el símil culinario.
A lo largo de la exposición senté las bases de la técnica
speckle, explicando con cierto detenimiento las trascendentes implicaciones de
la turbulencia atmosférica sobre la aplicación del método. De hecho, es la
temida turbulencia la creadora de esos racimos de pequeños puntos -los speckles-
en los que se convierte una imagen estelar sobre el foco de un telescopio de
gran diámetro, una vez que la luz que nos llega del astro haya atravesado ese
medio no homogéneo, y por tanto distorsionador, que es la atmósfera terrestre.
Seguidamente, hablé de los tratamientos básicos que hay que hacer sobre las
imágenes de corta exposición para reconstruir la imagen original, tal y como si
los efectos del medio atmosférico desaparecieran (y por tanto restaurando el poder resolutivo nativo del instrumento): para ello es preciso
abandonar temporalmente el dominio espacial y tratar la secuencia de imágenes
con los patrones speckle en el dominio frecuencial utilizando el análisis de
Fourier. El resultado, volviendo de nuevo a los dominios espaciales será el
autocorrelograma, es decir, una imagen reconstruida del par de estrellas en
estudio y que ha sido rescatada con éxito de esos aparentemente caóticos
enjambres de speckles. ¿Complicado? En absoluto, Reduc hace el trabajo duro
rápida y objetivamente. Para demostrarlo y paliar un poco el carácter quizá
excesivamente técnico de la charla, realicé un demostración en vivo con Reduc
usando imágenes reales amablemente cedidas para esta sesión por Florent Losse
quién, además, me ha facilitado gran parte del material técnico y gráfico usado
en mi presentación. Mi agradecimiento más sincero.
Mostrando en vivo las excelencias de Reduc v4.6.
La tarde pasó volando, tanto, que llegamos justos para coger el tren de vuelta a Valladolid. Agradezco que Ángel Manuel López nos acompañara en Metro hasta la estación, de otra manera no hubiéramos llegado a tiempo. Me traje un sabor de boca excelente y un buen puñado de nuevos amigos. Gracias a todos. Ad Astra.
Me lo dijo Mar, estoy convencido de que la charla fue tan estupenda como las que nos das en Valladolid. Felicitaciones desde ultramar!
ResponderEliminarManri!!!!! Qué sorpresa!!!! ¿cómo te va en Washington? No veas la ilusión que me hace que me leas desde allí, tan cerquita del USNO de mis entretelas... jejejej
ResponderEliminarPues sí, creo que la charla estuvo entretenida y sobre todo innovadora. Pienso repetirla aquí en las charlas de los viernes el mes que viene.
Un abrazo enorme y muchas gracias, todos los buenos estáis diseminados por el mundo. Por cierto, no te importe contarme cosillas de aquellos lares :)
Edgar.
Si te cuento no paro... Tengo la visita al USNO muy presente y siempre contigo en la cabeza, pero la voy a dejar para más adelante porque entre otras cosas durante la visita te dejan mirar por un refractor que tienen de 12" y eso requiere garantías de buen tiempo, a estas alturas tú tendrás mano con el señor Mason. De momento voy contando cosillas en mi blog.
EliminarUn abrazo.
Hey, Edgar!!! Me contó Ángel Gómez que estuvo saludándote el martes. Me alegro mucho que todo resultara tan bien, está claro que el speckle es el futuro (en algunos casos el presente). Ya veo que te pusiste elegante para como mandaba la ocasión ;-)
ResponderEliminarUn abrazote
Vaya elegancia y vaya clase del ponente...
ResponderEliminarJoder, qué envidia no haber podido estar allí. La presentación tiene muy buena pinta (el excelente fotógrafo también habrá tenido que ver, je, je...).
Abrazos.