La noche es la mitad de la vida, y la mitad mejor. Goethe



lunes, 16 de noviembre de 2015

OACP: CAMPAÑA DE OBSERVACIÓN DE DOBLES 2015

Como ya viene siendo habitual en los últimos años, este verano también he acometido en mi observatorio la correspondiente campaña de observación de estrellas dobles del catálogo de Stein, las STI. Ya me van quedando poquitas para completar la reobservación completa de este listado de dobles débiles. Cuando pienso que comencé en 2007… ¡Hay que ver cómo pasa el tiempo!

El Observatorio Astronómico Camino de Palomares a pleno rendimiento.

En la campaña de 2015 he capturado 222 dobles observando 28 noches. En concreto, se han visitado todos los pares de Draco (160), repartiéndose el resto entre las constelaciones del Cisne y Perseo, más una pareja en Auriga y otra en el Boyero que quedaban pendientes.
Como ya he comentado alguna vez, la observación en sí va viento en popa, con más de 200 pares por año. El problema viene a la hora de reducir todo ese volumen de datos. El retraso que llevo para medir y publicar esas medidas va en aumento: aún tengo que reducir todas las dobles visitadas en las tres últimas campañas. La razón no es otra que la falta de tiempo disponible para reducir las observaciones, el cual se ve constantemente mermado por mi dedicación a otras empresas astronómicas. Afortunadamente, las medidas de estrellas dobles son datos “intemporales” (en realidad no hay nada que sea más temporal y concreto) en el sentido de que siempre son válidos, aunque se publiquen años después de la observación. En fin, tiempo al tiempo. En estas cosas no ha de haber agobios. No tiene ningún sentido que los haya.
Como cada año es frecuente encontrar nuevos pares de movimiento propio común no catalogados, algunos tan evidentes que parece mentira que nunca antes hayan sido detectados. Mirad.


Este año las condiciones para la observación de las Perseidas eran inmejorables y la noche del máximo estuvo despejada. Recordando viejos tiempos, con tumbona, saco de dormir y mantas observé durante unas cuatro horas contabilizando 66 meteoros. No realicé ningún informe, pues la idea era simplemente disfrutar del espectáculo. Debo decir que una de mis pasiones ha sido siempre la observación de meteoros y la realización de los partes pertinentes. Durante los años 90 colaboré activamente con SOMYCE, enviando mis observaciones reducidas a mi amigo Orlando Benítez Sánchez, principal responsable de esta entidad y un experto en la observación visual de meteoros.  Recuerdo que mi código de observador era MASED y que observaba desde el mismo lugar donde ahora está construido el observatorio. Disfruté en ese tiempo de experiencias increíbles. Después, poco a poco, las dobles fueron ganado terreno y… Por eso con las Perseidas 2015 he disfrutado muchísimo; ha sido una especie de reencuentro deseado y hasta ahora pospuesto por una u otra razón.

Una autofoto para inmortalizar las Perseidas 2015.

En septiembre, como es lógico, no quise perderme el eclipse total de superluna y observé todo el fenómeno al completo. Tanto, que me fui directamente a trabajar, de “empalme”, como en los años mozos. Hacía años que no cometía esta bendita locura. Y aguanté. Vaya si aguanté. Como un campeón.  Y encima fardando de mi proeza y del magnífico espectáculo que presencié. Puede que a veces peque de inmodesto, pero lo justifico por el afán de inocular el veneno de la astronomía en los que me rodean. Vamos, lo que viene a ser dar envidia para crear interés. Creo que en este caso el fin justifica los medios.
La noche estuvo increíble y reavivé las sensaciones mágicas de la observación visual pura y dura. No me resistí y realicé una buena secuencia de imágenes con el teléfono, a pulso sobre el ocular de 20 mm, lo que se conoce como método afocal. Las imágenes, que tienen solamente un valor testimonial para dar cuenta del evento, me proporcionaron, sin embargo,  un gran entretenimiento peleándome con la dificultad del endiablado enfoque. 

El Newton 150 dispuesto para la observación. Fuera del observatorio, como hace años.

Eclipse total de Luna 28 de septiembre de 2015. OACP.

Hasta aquí esta pequeña crónica estival. El balance ha sido inmejorable. Ahora esperan las gélidas y límpidas noches vallisoletanas y el increíble cielo invernal. Ad Astra. Edgarus.


1 comentario: