Tras unos días de espera para recoger impresiones y demás,
puedo decir que la primera sesión de Astronomía Tabernaria fue todo un éxito y
que se superaron con creces las expectativas en cuanto a previsión de
asistentes, atención de los mismos e interés general. Me encantó comprobar que hubo niños, adolescentes y gente de
mediana edad, y que toda esta representación de edades tan variopinta atendió
sin pestañear durante casi la hora y media que duró el acto. Igualmente, me sorprendió enormemente el
silencio de la concurrencia durante toda mi intervención, hecho que valoro y agradezco muchísimo. Ni siquiera oímos el
típico murmullo tan habitual en la zona de la barra del bar. En definitiva, un comportamiento ejemplar.
Como valoración personal debo decir que me sentí eufórico y contento ante la
respuesta de la gente y que esta ha sido una de las charlas que más disfrute me
ha aportado.
La conferencia se tituló Un punto azul pálido, en clara referencia
al libro de Carl Sagan, el gran divulgador que todos admiramos y que el 9 de
noviembre hubiera cumplido 81 años. En gran medida mi charla ha querido ser un
homenaje personal a su obra, para no olvidar que, en mi caso y en el de muchos
otros compañeros- él fue el culpable de que nos acercáramos a la Astronomía
desde una perspectiva más allá de la mera afición.
Portada de la charla
mostrando un prototipo de Bandera de la Tierra diseñada alrededor de 1970 por
el granjero norteamericano James W. Cadle. Consiste en un círculo azul
representando a la Tierra en el centro de la bandera, un segmento de un gran
círculo amarillo representando al Sol y un pequeño círculo blanco representando
a la Luna, todo sobre un fondo negro. Crédito: Wikipedia.
Con un Punto azul pálido quise mostrar a los asistentes (con
toda la sencillez que pude) una visión general del lugar que ocupamos en el
universo como integrantes del minúsculo
sistema estelar al que pertenecemos dentro
de una galaxia corriente. Para ello me
detuve bastante en intentar mostrar con ejemplos sencillos y modelos a escala los
tamaños relativos de los planetas del sistema solar (en especial de la Tierra) comparándolos
con el Sol, y éste a su vez, con otras
estrellas. Fue notoria la reacción de perplejidad
de los asistentes cuando llegamos a la conclusión de que el Sol era una
estrella enana.
Comenté en una diapositiva que hace poco unos cineastas
norteamericanos realizaron en un desierto de Nevada un modelo a escala del
sistema solar. El resultado lo mostraron en un magnífico vídeo que insertaré a
continuación, pues causó impacto en el público y muchos mostraron interés por
este trabajo.
Asimismo, este día me sentí especialmente sensible e hice
hincapié en que es hora, sin demora, de empezar a cuidar nuestro planeta
evitando las salvajes agresiones ecológicas con las que nuestra civilización golpea
a diario, sin juicio ni medida, al único
hogar que tenemos y conocemos. En palabras de Sagan, “nadie vendrá a salvarnos
de nosotros mismos”. Cuidemos la gran diversidad biológica que existe en la
Tierra y los recursos naturales que permiten su existencia. Si no restablecemos el equilibrio el futuro
de las próximas generaciones será incierto y oscuro.
Os dejo algunas instantáneas tomadas por algunas de las
personas que acudieron y que me han ido llegando durante estos últimos días.
Al final de la charla inserté en la presentación un vídeo que
mostraba las reflexiones de Carl Sagan acerca de nuestro punto azul pálido,
nuestro planeta visto por la sonda Voyayer 1 a una distancia de 6000 millones
de km. Esta imagen histórica (considerada como una de las diez mejores fotos científicas
espaciales de la historia) fue tomada el 14 de febrero de 1990 y muestra la Tierra como un minúsculo punto blanco-azulado
casi imperceptible inmerso en el fulgor solar. Esta fotografía inspiró
posteriormente el libro de Sagan que mencionamos más arriba titulado Un Punto Azul Pálido: Una Visión del Futuro Humano en el Espacio.
Me gustaría terminar dejando un extracto del comentario
personal de uno de los asistentes al acto, José de Andrés Bediola y que
transcribo desde su muro de Facebook. Son palabras que tienen un gran valor para mí, pues
muestran la verdadera esencia y la meta de Astronomía Tabernaria. Mil gracias, amigo. Por
cierto, hay ya incipientes proyectos para dar continuidad a esta labor
divulgativa en La Terraza Copas, así como en otros locales de la zona.
“Un punto azul pálido. Resulta increíble que en un bar,
lugar en que los ruidos son constantes, se consiga generar atención. Tengo que
decir sobre ello, que las personas tenemos muchas ganas de absorber conocimientos
sobre Ciencia. Explicaciones cercanas de un astrónomo aficionado, aportando el conocimiento
que con los años ha ido adquiriendo. Edgardo Rubén Masa Martín nos ha hecho
disfrutar, aprender y comprender en qué consisten las órbitas, las estrellas,
el Sol, la Luna, etc.”
Ad Astra. Edgarus.
¡Enhorabuena por ese exitazo! Conociendo tus dotes como orador, seguro que el personal quedó encantado. ¡Qué pena no haber podido estar allí! Abrazos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Juan Luis. Ha resultado algo increíble y tremendamente motivador para seguir divulgando. Un abrazo.
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