La noche es la mitad de la vida, y la mitad mejor. Goethe



jueves, 26 de noviembre de 2009

EL CONGRESO PRO-AM DE CÓRDOBA: MI CRÓNICA PERSONAL

Durante los días 20, 21 y 22 de noviembre se ha celebrado en la ciudad de Córdoba un encuentro astronómico totalmente calificable como histórico. Se trata del primer congreso Pro-Am organizado en España (Colaboración Pro-Am en Investigación Astronómica). Este es el cartel oficial.



El evento ha sido organizado por la Sociedad Española de Astronomía en colaboración con la Universidad de Córdoba, el Instituto de Astrofísica de Canarias, el Instituto de Astrofísica de Andalucía, Consolider-Ingenio GTC y el Ministerio de Ciencia e Innovación. El llamamiento ha tenido una extraordinaria acogida, siendo más de 100 los congresistas que hemos acudido a Córdoba este fin de semana. Las ponencias orales, tanto de astrónomos amateurs como de profesionales, se han distribuido en cinco sesiones de trabajo, consolidándose un denso programa de intervenciones que ha permitido exponer de manera clara el estado actual de las investigaciones astronómicas españolas y las posibles vías de colaboración Pro-Am. Los temas desarrollados abarcaron un amplio espectro de disciplinas observacionales, constatándose el alto nivel de los trabajos amateurs y su marcado carácter de especialización, siempre de la mano de equipos de observación e instalaciones cada vez más potentes, para demostrar que es posible y “necesaria” la integrabilidad de estas labores en programas de investigación profesionales. Podéis consultar el programa aquí.
Ante la falta de tiempo material para poder impartir más ponencias orales, la organización permitió también realizar contribuciones mediante el formato de pósters científicos que fueron expuestos en el hall de entrada al auditorio. Las sesiones se celebraron en el Rectorado de la Universidad de Córdoba (antigua Facultad de Veterinaria) un bello edificio neomudéjar, ubicado en la Avenida de Medina Azahara y considerado como uno de los inmuebles emblemáticos de la ciudad. Aquí os dejo una imagen.


Sede del Congreso. Rectorado de la Universidad de Córdoba. El reloj marca las 9:20, era la mañana del domingo y estaban a punto de comenzar las últimas sesiones.

Como es lógico, también las estrellas dobles estuvieron en Córdoba y lo hicieron mediante la modalidad de póster. Por un lado, Rafael Benavides, Juan Luis González y el que suscribe presentamos un póster titulado Investigación en Estrellas Dobles Visuales, exponiendo todos los pormenores relativos a la metodología de trabajo, la instrumentación, los objetivos y programas de observación (tanto propios como en colaboración con la Sección de Dobles de la LIADA) y los resultados (mediciones y descubrimientos). Asimismo, dedicamos un apartado íntegro a El Observador de Estrellas Dobles y su repercusión en el panorama de las estrellas dobles tras su primer año de vida.






El segundo póster, a cargo de Rafa Benavides, en colaboración con Francisco Rica, Esteban Reina, Julio Castellano, Ramón Naves y los hermanos Luis y Salvador Lahuerta fue el vehículo para dar a conocer el descubrimiento de 141 pares de movimiento propio común de gran interés astrofísico. Este importante trabajo que será publicado próximamente en JDSO, aporta mediciones actualizadas de todos los nuevos sistemas pero, además, se ha hecho un gran esfuerzo por realizar un completo estudio astrofísico y de caracterización para asegurar que todos los pares listados tuvieran altas posibilidades de constituir sistemas físicos. Estos estudios complementarios fueron realizados por Francisco Rica, experto y pionero en este tipo de tareas dentro de la comunidad de doblistas no profesionales. Los descubrimientos, una vez se incorporen al WDS, incrementarán de manera importante el catálogo personal de Rafael Benavides, al que desde aquí, doy mi más efusivas felicitaciones.



Llegué a Córdoba el viernes por la mañana y como el congreso no se inauguraba hasta las siete de la tarde aproveché para perderme por las calles cordobesas y visitar los monumentos más destacados de la ciudad. A medida que me iba acercando al casco antiguo me di cuenta de que Córdoba ya me había cautivado. He quedado rendido ante ella y me he hecho el firme propósito de volver.
Ya por la tarde, tras la recepción y acreditación de los congresistas, se inauguró oficialmente el congreso. En el acto inaugural presidieron la mesa Manuel Torralbo Rodríguez, Vicerrector de Comunicación y Coordinación Institucional de la Universidad de Córdoba; Emilio Alfaro, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y Presidente de la Sociedad Española de Astronomía (SEA); Manuel Sáez Cano, Profesor de Física de la Universidad de Córdoba y Presidente del Comité Local Organizador del Congreso y Francisco Sánchez, Director del Instituto de Astrofísica de Canarias, quien tras el acto impartió la primera conferencia del congreso. Posteriormente se nos ofreció un coktail de bienvenida en las propias dependencias del Rectorado. Fue ésta una magnífica (y deseada) oportunidad para departir largo y tendido con multitud de astrónomos profesionales y amateurs. Todos los que durante los años que llevo dedicado a la astronomía he seguido y admirado a través de sus trabajos. Por cierto, a nivel personal, este viaje ha resultado para mí muy emotivo. Por fin, tras varios años de colaboración, he podido conocer en persona a mis colegas Rafa y Juan Luis. A veces uno tiende a idealizar a las personas. Debo decir que en este caso todas mis preconcepciones se han superado con creces. No me cabía duda de sus cualidades como astrónomos pero, además, recalco con mayúsculas que son dos tipos sensacionales. Sin duda se ha forjado una sólida amistad. ¡Ha sido un placer, chavales! Por si fuera poco y para redondear estos días cordobeses, también me he reencontrado con mi amigo, colega y tantas veces maestro en aspectos astronómicos Francisco Rica. Vamos, que estuve en mi salsa: amistad, cordialidad y astronomía. ¿Se puede pedir más? Tengo que dar la razón a D. Jose Luis Comellas, cuando dice que “la astronomía hace buena gente”.


Acto inaugural.


Coktail. De izquierda a derecha, Rafael Benavides, Francisco Rica, un servidor, Juan Luis González y mi paisano, variabilista de pro, Miguel Rodriguez.



Pose en la puerta del Rectorado junto a Francisco Rica y Amadeo Aznar, a quien conocí también en el Congreso. Este doblista valenciano es colaborador habitual en la Sección de Estrellas Dobles de la LIADA.

El sábado fue un día intenso, ya que el duro programa de ponencias ocupó toda la mañana y parte de la tarde. Lógicamente, hubo varios recesos para estirar las piernas y tomar algún refrigerio que la organización puso amablemente a nuestro servicio. Durante estos descansos los congresistas aprovechábamos para comentar las ponencias y cómo no, para conocernos e intercambiar inquietudes, proyectos e ilusiones de nuestra pasión por la astronomía. Para rematar la jornada los organizadores nos ofrecieron una cena de gala en el impresionante Palacio de Congresos y Exposiciones de Córdoba situado en una de las calles aledañas a la Mezquita.


Entre plato y plato. Un momento de la cena de Gala del Congreso.



 Emilio Alfaro proponiendo un brindis  al final de la cena.


Aquí me tenéis posando con la Organización del Congreso.

El domingo por la mañana, día de la clausura asistimos a la última sesión de ponencias antes de dar paso a la mesa redonda para debatir las conclusiones y la planificación. Durante unos de los descansos conocí al astrofísico Pablo Santos Sanz, vallisoletano como yo y miembro- en su época de estudiante de Físicas en la Facultad de Ciencias de Valladolid- de la Sociedad Astronómica Syrma. Pablo es investigador en el Departamento de Investigación del Sistema Solar del Instituto de Astrofísica de Andalucía (CSIC). También es muy conocido por su colaboración en el podcast radiofónico semanal “A través del Universo” patrocinado por el IAA. Un encuentro muy agradable y halagüeño para mí, pues me dijo que estaba al corriente de mis quehaceres astronómicos.


A mi derecha -según se mira- mi paisano el astrofísico Pablo Santos Sanz.

Después tuvo lugar la clausura. Entre las cosas a destacar se acordó realizar un listado de instrumental e instalaciones de la comunidad amateur española. De esta manera, el sector profesional podrá tener un juicio de valor a la hora de proponer actividades conjuntas. Las vías de comunicación podrán tener dos formatos diferentes en una sección especial que se integrará en la Web de la SEA: algo así como dos formularios de oferta y demanda. También se apuntó la idea de realizar otro encuentro similar dentro de un tiempo para analizar los resultados de las colaboraciones Pro-Am que tengan lugar en el futuro. La organización comunicó que tiene en mente publicar un libro con todo el material del congreso y que será remitido a cada uno de los congresistas. Además se nos expidió un certificado personal de participación.



El presidente de la SEA moderando la mesa redonda de conclusiones.

Al término, ya en el exterior, llegó el momento de las despedidas, los abrazos y los buenos deseos. Cuesta decir hasta pronto a un buen montón de nuevos amigos. Seguro que cada uno de nosotros, camino de nuestros destinos, tuvimos a Córdoba en el pensamiento y un excelente sabor de boca por lo que acabábamos de compartir.
Por mi parte, aún tuve tiempo de comer con Rafa Benavides y Juan Luis González en un céntrica terraza cordobesa, y es que, hasta en eso tuvimos suerte: últimos de noviembre y una temperatura excelente. Fue una despedida emotiva: ahora sé que sois de verdad. Gracias amigos. Hasta aquí.


ACTUALIZACIÓN: Por fin he conseguido una fotografía de todos los congresistas. Sin duda una imagen para la posteridad.
Encontraréis otras dos excelentes crónicas del Congreso en los respectivos blogs de mis compañeros Rafael Benavides (Cuaderno de Observación) y Juan Luis González (La Décima Esfera).


La gran familia. [Crédito imagen: (c) Joanma Bullón].

jueves, 12 de noviembre de 2009

COSAS MÍAS, ...COSAS VUESTRAS

Acabo de comprobar que mi contador ha sobrepasado hoy el número mágico de las 1000 visitas. ¿Recordáis el título de la primera entrada? UN LIENZO EN BLANCO, se llamaba. En estos meses ese lienzo se ha ido llenado con historias. Quizá menos de las que hubiera querido, pues la falta de tiempo material no me ha permitido escribir más. Aún así, estoy satisfecho con lo hecho. Todas las notas que he ido añadiendo mes a mes han sido el fiel reflejo de mis actividades astronómicas, tanto observacionales como de divulgación. Este Año Internacional de la Astronomía, está siendo un año intenso pleno de satisfacciones. Estoy convencido de que será una etapa dificil de olvidar. Incluso Duae Stellae arrancó con el AIA. Después vino OED (El Observador de Estrellas Dobles), la revista que es la niña de mis ojos y la de mis colegas de aventura (Rafa y Juan Luis) y su repercusión en el panorama de la Astronomía de las Estrellas Dobles. Observaciones publicas, conferencias, en fin, ¿qué os voy a contar que no sepáis ya? Bueno, aún queda algo muy especial que acontecerá antes de acabar el año y ya daré cumplida cuenta en su momento.
Todos los escritos acumulados en Duae Stellae tienen un significado muy especial para mí. Es lo que tienen los diarios personales. Uno se siente muy a gusto cada vez que transmite una experiencia. La idea es que la euforia y la pasión que yo siento al escribir cada palabra trascienda de algún modo y no se quede en mi interior. La idea es compartir afinidades, inquietudes, ilusiones. Que otros se sientan identificados de algún modo con lo que intento reflejar. Y, al mismo tiempo, que vuelvan a mí, en forma de comentarios -los vuestros- las opiniones de las personas que me leen. Es una especie de intercambio enriquecedor.
No sé si habré acertado hoy en la exposición de mis ideas; la verdad es que todo ha sido escrito de corrido, tal cual afloraba. En cualquier caso, el objeto de esta entrada no es otro que el de dar las gracias a esas más de 1000 almas que durante este tiempo han pasado por este espacio, muchas de ellas con reincidencia. Es más de lo que podía esperar. Seguiremos encontrándonos si os place. Gracias. Hasta aquí.

miércoles, 28 de octubre de 2009

DIAVERSARIOS…

Se cumple en estos días el séptimo aniversario de la inauguración de mi observatorio, el Observatorio Astronómico Camino de Palomares (OACP). Y no es que el “siete” tenga para mí un significado especial (en realidad tampoco lo tiene ningún otro número ordinal). Los años han ido pasando y cada uno de ellos tiene su propia memoria, sus satisfacciones y su carácter irrepetible. Todos son distintos y todos son especiales e igual de relevantes. Cada observación realizada es única y en ese instante la más importante. Por eso pienso que no existen aniversarios más representativos que otros y que esta máxima es aplicable a cada una de las facetas de nuestra vida. Lo verdaderamente notable es acumular experiencias. Experiencias enriquecedoras que nos harán crecer de manera progresiva y constante. Lo demás son tópicos y convencionalismos arbitrarios. Si hay que celebrar, celebremos, pero prefiero hacerlo al término de cada jornada, cuando cierro el observatorio para irme a dormir. Así pues, si se me concede la licencia para acuñar un nuevo vocablo, queda claro que soy partidario de los “diaversarios”.

Al margen de estas notas de índole personal me gustaría dar algunos retazos retrospectivos sobre la construcción del OACP. Recuerdo que sentí una agradable sensación de euforia cuando se dio por concluido el proyecto de tener un sitio fijo de observación. Era un sueño largamente perseguido que al fin ocupaba un lugar en el espacio: era real. La construcción se alargó durante justo un año. Las obras de albañilería (cimentación y pared circular) comenzaron el 16 de septiembre de 2001. Progresivamente, a lo largo de ese invierno y la primavera siguiente quedó terminada la obra civil (como yo la llamaba): revocado de paredes, suelo interior, base de la columna, instalación eléctrica, puerta, etc. La cúpula tuvo que esperar hasta las vacaciones de agosto y parte de septiembre y se montó en el tiempo record de 20 días (mejor dicho, tardes), siempre contando con la ayuda de mi amigo Carlitos, uno de los principales culpables de que me embarcara en la aventura. La cúpula, de 2,70 metros de diámetro se construyó íntegramente en madera según los planos que amablemente me enviaron (en 1998) desde la Agrupación Astronómica Sexitana Perseo (Almuñecar, Granada). En realidad, la documentación era un artículo firmado por Justi Poch i Creixell y publicado en el nº 73 de ASTRUM, marzo de 1987. Se modificaron algunas partes del concepto original siempre en aras de mejorar la funcionalidad. El 15 de septiembre de 2002 se colocó finalmente sobre el muro circular con la ayuda de amigos y familiares. Recuerdo muy gratamente aquella mañana de domingo y en concreto el momento en el que la cúpula dio su primera vuelta completa sin incidencias. Todavía resuenan en mis oídos los aplausos espontáneos de los presentes. Fue algo muy especial. En primera instancia instalé mi entrañable 114 mm y las primeras observaciones se realizaron a mediados de octubre de 2002: el OACP ya era totalmente operativo. En junio de 2003 llegó el nuevo telescopio que sigue siendo mi equipo actual (el Newton 200) y que tantas satisfacciones me está aportando.

A partir de entonces dejé de ser un “astrónomo a cielo abierto”. Acostumbrado como estaba a tener todo el cielo al alcance de la vista, la estrecha franja observable desde el interior hemisférico me suponía una limitación. Recuerdo que al principio tuve una sensación rara, casi claustrofóbica. Sin embargo, en poco tiempo asumí la filosofía inherente a un observatorio: la ventana de observación muestra la zona de interés; el resto del cielo, esa noche, no importa. Cuando uno acepta esta conditio sine qua non las viejas costumbres dejan de tener peso y se abraza sin dilación la nueva forma –lógica- de trabajar. Tampoco hay que dejar de lado la comodidad. Cuando se saborea cuesta volver atrás. El equipo, salvo eventuales contratiempos, siempre está en guardia, siempre a punto. Bastan cinco o diez minutos para que la observación se ponga en marcha y se da un aprovechamiento óptimo del tiempo disponible. Eso sí, cuando doy por terminada una sesión, ya en el exterior, me deleito, por puro placer, contemplando a ojo desnudo cada palmo del firmamento, mientras se consume quedamente el tabaco de mi pipa.

El rendimiento de la cúpula en estos años ha sido excelente, si bien las dos compuertas (deslizante y abatible) de la ventana de observación se han deteriorado de manera considerable; tanto, que durante el pasado invierno resultaba toda una odisea abrir la corredera, siendo continuos los atasques por la deformación estructural. Durante la primavera de este año me hice el firme propósito de solucionar el problema y construir dos nuevas puertas mejorando el diseño en lo posible. Aprovechando pues que se avecinaban reformas en el observatorio, decidí acondicionar también el interior y en el mes de julio le di una mano de pintura, tanto a las paredes interiores y el suelo, como a la propia superficie interna de la cúpula. Había que sanear. En agosto, siempre con mi incondicional Carlos, me embarqué en la construcción de las puertas. La estructura se hizo de madera contrachapada de 19 mm de espesor con una imprimación especial antihumedad. El contrachapado tiene la ventaja de que prácticamente no se deforma. Para las cubiertas –y esta es la principal innovación y mejora- utilicé dos planchas de PVC de color blanco de 5 mm de espesor que asegurarán una larga durabilidad. Es sabido que este material soporta de manera eficaz los cambios bruscos de temperatura y es inalterable ante la humedad. Además, se añade la ventaja de no tener que pintar nunca más. La puerta antigua se deslizaba por sus carriles de desplazamiento por fricción mediante unos simples tacos de teflón. En esta ocasión he montado cuatro ruedas pequeñas para que el movimiento sea más suave. El aspecto es flamante y el funcionamiento perfecto. Algunas zonas de los arcos principales que mostraban evidentes trazas de ser haber sido atacadas por la humedad se retocaron con fibra de vidrio y poliéster. Finalmente, las labores terminaron con dos generosas manos de pintura a todo el exterior de la cúpula. Os muestro unas imágenes de todo el proceso.


Estructura de contrachapado compuerta corredera.



Montaje de las nuevas cubiertas de PVC.



Últimos remates: junta vierteaguas.



Mi amigo Carlos en primer plano. Gracias chavalín.



Pruebas de apertura y cierre.



Pintura exterior.



El resultado de un trabajo bien hecho.

Y bien, sinceramente, mi intención era hacer una entrada corta pero me he liado la manta a la cabeza y… En cualquier caso, si pasáis por aquí, sed benevolentes y entended que en este diaversario os conté la historia de mi observatorio y algunas de mis sensaciones. Hasta aquí.

domingo, 25 de octubre de 2009

ASÓMATE AL UNIVERSO... DESDE VALLADOLID

Esta tarde he recorrido algunas de las paradas de autobús de la zona donde vivo. La razón: ir a la caza de algunas instantáneas de excelentes fotografías astronómicas de la NASA y la ESA. Me explico.
Desde hace unos días los vallisoletanos podemos admirar hermosas (y grandes) estampas del Universo repartidas por toda la ciudad, las cuales han sido colocadas en los expositores de 170 marquesinas de las paradas de autobús. Esta innovadora iniciativa, como una más de las actividades del AIA2009, parte del Museo de la Ciencia de Valladolid en colaboración con la Obra Social de Caja España y Cemusa una empresa líder en el sector de publicidad exterior. La exposición lleva el nombre de "Asómate al Universo desde Valladolid" y como complemento, cada fotografía va acompañada de una breve explicación y una cita poética alusiva. Tengo que decir, que en el pie de cada póster también figura impreso el link de la Web mi asociación, como entidad divulgadora de la Astronomía en la ciudad.
Mi impresión personal es que es una idea redonda que a buen seguro está haciendo las delicias de todos mis paisanos. Y es que el estrés de la vida diaria se verá reducido en estos días, cuando la gente, imbuida en la vorágine del día a día, pueda mirar (y más importante, admirar) el Cosmos mientras llega el autobús que da continuidad a sus actividades. Enhorabuena a los promotores. Os muestro unas imágenes. Hasta aquí.




        


Fachada de Caja España en la Plaza de Fuente Dorada de Valladolid.
Crédito imagen: Museo de la Ciencia.

sábado, 3 de octubre de 2009

ALGO SE MUEVE ...

Esta tarde, como cada principio de mes desde el año 1991, he visitado a Mariano, mi kiosquero de toda la vida, para comprar la revista AstronomíA. Mi acercamiento al kiosco ya se ha convertido en algo ritual en estos años. Es una cita ineludible por mi adicción a las páginas de la revista, y deseada por los jugosos intercambios de impresiones con Mariano, el cual, siempre me sorprende con preguntas e inquietudes sobre temas astronómicos. Él, me plantea las cuestiones a su manera, a veces un tanto peculiar, pero siempre cargadas de contundencia y fundamento. Una delicia. Y, es que, Mariano y yo estamos envejeciendo juntos. Una gran persona, sin duda y un gran amigo. Por cierto, ya le he encargado que me reserve la revista para los próximos 100 años. Luego ya veremos.


Bien, pues camino de mi casa, como hago siempre, he ido hojeando el ejemplar de este mes (nº 124), y me he llevado una muy agradable sorpresa. “Algo se mueve en las estrellas dobles”. Con estas palabras comienza un artículo redactado por mi amigo y compañero Juan Luis González Carballo. El escrito aparece en la sección fija sobre estrellas dobles que tan bien dirige Rafael Benavides desde hace varios años. “Algo se mueve en las estrellas dobles” es un verdadero deleite en estilo y contenido. Los que ya somos incondicionales a las dobles encontraremos en sus palabras el fiel reflejo de nuestra situación. Los simpatizantes y futuros bautizados en esta disciplina hallareis el empujón final. Por supuesto, no voy a desvelar nada más. Os aliento a su lectura pausada y tremendamente enriquecedora: en mil palabras, mil razones, para observar estrellas dobles.

Juan Luis, enhorabuena por tan excelente colaboración en AstronomíA. Ha sido un placer leerte. Hasta aquí.

martes, 22 de septiembre de 2009

PRIMER ENCUENTRO ENTRE ASTRÓNOMOS PROFESIONALES Y AFICIONADOS EN ARGENTINA


El pasado fin de semana (días 19 y 20) se celebró –en la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata- el 1º Encuentro entre Astrónomos Profesionales y Aficionados. Esta reunión, organizada por la Secretaría de Extensión Universitaria de la Facultad y enmarcada dentro de las actividades del Año Internacional de la Astronomía 2009, tiene como objetivo generar un ámbito que propicie el acercamiento entre la comunidad de astrónomos aficionados y la profesional en Argentina.


De entre el variado programa de conferencias me gustaría destacar la impartida por mi colega y amigo Carlos A. Krawczenko, con el que junto a Rafael Benavides, comparto el cargo de Coordinador Adjunto de la Sección de Estrellas Dobles de la Liga Iberoamericana de Astronomía (LIADA) con sede en Argentina. Krawczenko representó a nuestro grupo impartiendo una conferencia titulada “Qué es y cómo trabaja la Sección de Estrellas Dobles de la LIADA”. Carlos es un excelente divulgador y el principal impulsor de las estrellas dobles en Argentina dentro del ámbito amateur. Conociéndole, estoy seguro de que hizo una exposición impecable y que los oyentes profesionales tomaron buena nota de su disertación. Quizá en un futuro no muy lejano lleguen los frutos de su esfuerzo en forma de algún tipo de colaboración Pro-Am. Aquí podéis ver a Carlos en plena faena:

Además, en el evento, también se organizó una exposición de posters científicos y Carlos defendió el poster que Francisco Rica, Rafael Benavides y el que suscribe presentamos en el Simposium profesional de Praga en agosto de 2006 (Simposium No. 240 de la IAU "Binary Stars as Critical Tools and Tests in Contemporary Astrophysics"), dando a conocer los trabajos de la Sección de Dobles LIADA.


Otra interesante actividad fue la visita al emblemático Observatorio Astronómico de la Plata, ubicado en el mismo recinto de la Universidad. Aquí os muestro el gran refractor del observatorio y la tradicional foto de familia que reunía a más de 150 participantes.







En fin, seguro que habrán sido un par de días inolvidables y desde aquí quiero felicitar efusivamente –en mi nombre y en el de todos los compañeros del Grupo- a Carlos A. Krawczenko por su éxito y por permitirme compartir las imágenes mostradas.


Feliz equinoccio y verano, Carlos.

martes, 1 de septiembre de 2009

DÍAS DE PAJA, NOCHES DE ESTRELLAS

Han pasado casi dos meses desde la última entrada. Precisamente esos meses del estío que parecían tan largos y lejanos. Y el caso es que han pasado en un tris, casi sin darse uno cuenta. Ha sido un verano caluroso, casi tanto como aquellos que ahora rescato de los recuerdos de mi infancia. Días secos, como hechos de polvo y rastrojos, los mismos rastrojos y el mismo polvo que colorean de ocre las desoladas llanuras de la Tierra de Campos. Tan solo el quejido de la cigarra rompe la monotonía de las horas dilatadas, de la galbana del tiempo en los instantes sagrados de la siesta castellana. Siesta reparadora, sin duda, que parafraseando a Cela “ha de hacerse como Dios manda, a saber, con pijama padrenuestro y orinal”. Como reza el dicho popular, hay días estivales en los que los árboles corren detrás de los perros implorando un poco de humedad.
Cuando el día agoniza y el Sol pasa de ser implacable a benévolo y clemente, la gente de piel curtida sale de su letargo y siempre repiquetea en los oídos la misma frase: “ahora se vive”. Cuando las primeras estrellas asoman, medrosas y tímidas, es el momento mágico y ritual de regar con la fuerza vívida de la manguera la pared circular del observatorio, de abrir la cúpula y dejar que, lentamente, el ardor del día se escape a soplos desde su interior. Después, tras la cena, con la noche ya asentada, llega la hora de robarle al cielo sus secretos. Dentro del recinto, reina el silencio, un silencio solo contaminado por el leve zumbido del ventilador de la CCD y el carraspeo del disco duro al codificar fotones en forma de imágenes. Aunque siendo sincero, a veces me sorprendo hablando solo cuando logro encontrar alguna estrella doble difícil y rebelde. Esas horas pasan rápido, tanto, que si las condiciones lo permiten uno resiste hasta casi acariciar el alba.
En próximas entradas os haré partícipes de mis actividades veraniegas.
Me gustaría ahora, antes de cerrar, comunicar que desde hoy está disponible el número 3 de El Observador de Estrellas Dobles. Como coeditor puedo decir que ha salido una entrega repleta de excelentes artículos, listas de medidas y descubrimientos de nuevos pares. Enhorabuena a mi colega Juan Luis González por su primer descubrimiento que, de esta forma, se hace oficial en nuestras páginas. Mi agradecimiento a todos los que han hecho posible este nuevo número con sus aportaciones. Yo he colaborado con un artículo de investigación sobre el Micrómetro de Lámparas de William Herschel. Ha sido un mes de duro trabajo pero hemos conseguido ser puntuales. Que disfrutéis de la lectura. Vale.